Los hidrantes son equipos que suministran gran cantidad de agua en poco tiempo. Nos permite la conexión de mangueras y equipos de lucha contra incendios, así como el llenado de las cisternas de agua de los bomberos. Se conectan y forman parte íntegramente de la red de agua específica de protección contra incendios del establecimiento a proteger o de las redes de agua de uso público en las ciudades.
Los hidrantes de columna húmeda tienen válvulas individuales permitiendo así el uso independiente de cada una de las bocas contra incendios y están diseñados para cuando existen problemas de espacio, como en las aceras de las grandes ciudades. Al permanecer bajo tierra, el riesgo de daño por heladas es mínimo.
Se emplean en zonas en las que no hay riesgo de helada ni de golpes por vehículos, o al menos si existen riesgo de ser golpeados,
dispongan de protecciones para evitar su rotura por la parte de las bridas.
Son la alternativa más eficiente y eficaz a los hidrantes de columna seca, ya que ofreciendo las mismas prestaciones de caudal,
disponen de todo el mecanismo en la superficie, por lo que en caso de requerir reparación, no es necesario picar en el suelo para
descubrir el mecanismo del hidrante.
Frente a los hidrantes de columna seca presentan la ventaja de que la apertura de las válvulas se realiza de forma independiente en cada una de ellas, controlando el caudal de salida y posibilitando su reparación en caso de ser necesaria de forma individual en cada una de sus válvulas. La inoperatividad de una boca, no afecta sobre las demás.
Es fundamental que el hidrante proporcione un caudal mínimo de 500l/m en cada boca, después de conectarle todos los equipos de intervención (mangueras, bifurcaciones, lanzas, etc.).
En caso de que la instalación no esté conectada a una red general, debe haber una reserva de agua y grupo de presión adecuados que proporcionen el caudal preciso durante el tiempo necesario.