Disponemos de diferentes sistemas de extinción de incendios automáticos en función de la naturaleza del elemento extintor que se encargue de sofocar el incendio para el que esté destinado. De este modo, el agua es utilizada para llevar a cabo la extinción de incendios ocasionados por combustibles sólidos, tales como madera o papel. Dentro de esta rama encontramos los rociadores, el agua pulverizada, el agua nebulizada y el diluvio como sistemas más destacados.
Estos sistemas están recomendados para grandes instalaciones y se basan en una central de detección conectada a una serie de detectores que hacen saltar la red de sprinkles de la zona afectada. Estos sistemas se componen de varios elementos: